Si bien fueron 5 días en la playa, todo comenzó suficientes días antes como para esperar algo más que una instalación normal, por supuesto la mente trabaja de sobremanera y finalmente las cosas ocurren por si solas, no hay mucho qeu uno pueda hacer. Tantas escenas donde prima la empatía y la inteligencia emocional para lograr que las cosas sucedan como uno se necesita, para el bienestar personal, para el bienestar comunitario, sin saber en ese momento las cosas que se desarrollan en tantos otros lugares, con tantos otros personajes.
Un pintor de doble personalidad, una subgerenta de piedra por fuera y de algodón por dentro, una weona sin empatía y un tremendo equipo. Las cosas ya estaban claras al parecer.